31/5/10

La otra vez te pedí juntarnos, justo daba luna llena. No pudiste o , no quisiste que es lo mas probable. Y me puse a pensar que iba a ser una luna que no iba a poder disfrutar. Muchos son los caminos de la vida y por año hay doce oportunidades. Pero qué es lo que hace que la luna pasada sienta verdadermente que la perdí? Cada momento es único e irrepetible, y perdimos uno de esos momentos que no vuelven.
Quise ser princesa en tu castillo en donde ya hubo una reina. Creo que me quise parecer a ella, pero fracasé. Será que no me dio la talla ni para ser princesa y sí para ser una de las tantas doncellas?
Quise entrar en tu vida, pero me quedé corta. Sos demaciado?. NO. Lo que pasa es que tu inseguridad hace tratar de demostrar lo contrario. Y sí. Lo lograste. Conseguiste lo que querías? Ahí lo tenés. Hacete cargo.
y la verdad nose porqué carajo tengo que gastar de mi tiempo para escribirte esto.

22/5/10

La Razón de porqué nos va mal en los examenes

Un año tiene 365 días para estudiar.
Después de sacar 52 domingos, nos quedan 313
En el verano hay 50 dias en los que hace denaciado calor para estudiar, por lo tanto nos quedan 263 días.
Dormimos en promedio 8hs al día, al año son 122 días, asique nos van quedando 141 días.
Si nos damos una hora al día para hacer lo que nos de la gana, 15 se van, asique nos quedan 126 días.
Gastamos dos horas al día en comer, asi que usamos 30 días, ya nos van quedando solamente 96 días en nuestro año.
Gastamos 1 hora al día hablando con amigos y familiares, eso nos quita 15 días más, nos quedan 81.
Examenes y controles nos toman como mínimo 35 días, asique solamente nos quedan 46
Sacando aproximadamente 40 días de vacaciones y fiestas, nos quedamos con 6 días.
Digamos que como mínimo estás 3 días enfermo, entonces hay solo 3 días para poder estudiar!.
Digamos también qeu solo salesa por dos días.
Solo queda 1 días!!!.. peeeeeero...
ese único día.. es tu cumpleaños..asi que..
¡¡¡Buena suerte a todos!!!

8/5/10

Enano homosexual budista discapacitado extranjero denuncia que lo discriminan por su creencia política.

No le dieron un trabajo por simpatizar con el partido neonazi. El Inadi le contestó que no se puede hacer nada y que no habría sanciones para los descriminadores. El denunciante, indignado, piensa llevar el caso a la Corte suprema de La Haya.


Héctor Gonzáles Amarilla nació hace 34 años en el Paraguay. A los 5 años se dio cuenta que era distitnto a sus hermanos, y su madre le explicó que era el primer enano en la familia, el único de piel morena, y que no sabía quién era su verdadero padre.

“Los del Inadi insisten en hacer campañas publicitarias para que la gente me llame persona de baja de talla afro americana foránea con capacidades diferentes, pero yo se que todos piensan que soy un enano forro”, comenta Héctor, que a los doce años abandonó Paraguay para dedicarse a buscar a su padre biológico.

“A los 17 años, luego de seguir la pista de mi padre en Uganda, fui para Francia colado en un barco pesquero, a pocas horas de iniciar el viaje me descubrieron y el capitán ordenó que los marineros se divirtieran conmigo, fueron catorce días de esclavitud sexual permanente, pero al final la empecé a par bien, y ahora gusto exclusivamente de los hombres” , cuenta Gonzáles Amarilla.

Después de buscar en vano a su padre en Francia y toda Europa del Este, Héctor decidió viajar a Asia, allí conoció a un grupo de huérfanos chinos que le inculcaron la religión budista. Héctor pasó seis meses en un templo meditando. Aburrido, un día quiso propasarse con un monje muy robusto que dormía en su misma habitación, pero éste le respondió con una centena de patadas en todo el cuerpo, dejándolo rengo de la pierna derecha de por vida.

“Hace unos años estuve en Alemania, había perdido todo tipo de esperanza de encontrar a mi padre y no la estaba pasando nada bien, vivía en la calle y comía de los tachos de basura”-comenta Héctor conteniendo las lágrimas- “cuando ya estaba pensando seriamente en suicidarme, un grupo de neonazis me adoptó como mascota. Yoles hacía los mandados, les limpiaba la casa y otras cosas, y a cambio me dejaban vivir en un cuarto de baño clausurado, y de vez en cu ando me daban algo para comer”.

En Alemania Héctor Gonzáles Amarilla conoció de cerca el pensamiento nazi, y lo adoptó como creencia política. “si Hittler hubiera ganado la guerra, yo tendría un mejor pasar” comenta. Incluso arriesgó la vida varias veces por defender sus creencias neonazis: “en un acto conmemorativo del nacimiento de Hittler, la policía nos tiró con balas de goma, con la mala suerte que una de ellas me pegó en la pierna izquierda, y a partir de ahí me quedé rengo de las dos piernas de por vida”. Hoy se le hace muy difícil caminar, conseguir amigos y un trabajo. “Yo siempre fui discriminado. Soy la única minoría formada por una sola persona, y me la banco. Voy a llevar mi caso a la Corte de La Haya porque esto no tiene que seguir pasando”, y en todo caso hay nazis buenos y nazis malos. Lo que pasa es que a la gente le gusta generalizar, y eso es discriminatorio!.